Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
gadgets para blogger

ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

martes, 16 de septiembre de 2025

Muchacho, a ti te digo, ¡levántate!


Que nadie tenga duda, si es cristiano, que incluso ahora los muertos resucitan. Ciertamente, todo hombre tiene ojos para ver resucitar a los muertos como resucitó el hijo de esta viuda del que nos habla el evangelio. Pero no todos pueden ver resucitar a los hombres que están muertos espiritualmente. Para ello hay que haber resucitado interiormente. Es una obra mayor resucitar a un hombre, para vivir para siempre, que resucitar a alguien para volver a morir más tarde.
La madre de este joven, esta viuda, se llenó de alegría al ver a su hijo resucitar. Nuestra madre, la Iglesia, se alegra también viendo todos los días la resurrección espiritual de sus hijos. El hijo de la viuda estaba muerto en su cuerpo, pero aquellos estaban muertos en su espíritu. Hubo llanto por la muerte del primero, pero no hubo pena por la muerte invisible de los últimos ya que no se veía esta muerte. El único que no quedaba indiferente era aquel que conocía a estos muertos. Sólo él los podía devolver a la vida. En efecto, si el Señor no hubiera venido a resucitar a los muertos, el apóstol Pablo no hubiera dicho: “Levántate, tú que duermes, y Cristo será tu luz.” (Ef 5,14)

 San Agustín (354-430)

obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Sermón 98.evangelizo.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...