Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
gadgets para blogger

ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

martes, 8 de abril de 2025

EL ARTE DE HALLAR A DIOS EN EL CAOS



A veces pienso mucho en cómo hallar a Dios cuando todo se desordena. He tenido de vez en cuando crisis de fe y en mi vida espiritual, y me doy cuenta de algo:

El caos nunca es el fin, sino lienzo sobre el que Dios pinta.

La teología me dice que Dios es orden y perfección, pero también que es Omnipresente. Y he podido ver que el Señor desciende hasta los Infiernos de nuestra existencia.

El Génesis empezó con caos, y Él lo hizo bello.

Me intriga esto: no es que el caos sea castigo, pero sí una invitación a la esperanza. Quizá a preguntarnos:

¿Y si Dios nos habla más fuerte cuando todo se tambalea?

Pienso en Job: perdió todo, gritó, dudó, a pesar de ser hombre justo.

Pero Dios le respondió desde la tormenta. A veces, el ruido es donde Él se esconde, para que su victoria sea más gloriosa.

Los santos lo sabían. Teresa de Ávila escribió entre dolores y crisis. Su caos era su puente a Dios, no su barrera.

¡Qué admirable! ¿No te parece?

Constantemente, quizá como yo te preguntes. Si creo tanto en Dios por qué la vida me juega tan chueco, pero ¿Qué tal si esto es una gracia para sabernos necesitados de Dios y unirnos a su amor infinito?

En otras palabras:

El caos interior y exterior prueba nuestra libertad. Elegir confiar cuando no vemos, o forzarlo todo a la razón.

Se trata de fe viva y pura, no ciega. Pues sabemos que aun teniendo motivos para desconfiar, nos ponemos en manos de Jesús.

Constantemente suelo imaginar a María en la Cruz. Todo era caos, dolor; pero ella se quedó. Su "sí" no terminó en Nazareth, creció ahí hasta Jerusalén y aun después. Incluso hasta hoy persiste.

 



Y a veces pasa conmigo.

Sin embargo, he podido darme cuenta de que donde mis planes de destruyen, los de Dios brillan. Y quiero simplemente abandonarme con fe.

Cuando sientas que la vida te sobrepasa, te invito a simplemente repetir con fe en tu corazón:

En la calma, y en la tormenta, SOY TUYO.

La Teología me ha enseñado que no es que Dios arregle siempre la tempestad o los momentos de dificultad, y tendrá buenos motivos detrás. Pero lo más importante:

Él decide pasar esa tempestad con nosotros.

El arte de buscar a Dios no es, entonces, un perfecto control de nuestra existencia, es ofrecerla.

Decir "toma este desastre, Señor" es más valiente que cualquier orden que yo pueda determinar.

Mi conclusión: el caos no es enemigo de la fe, sino un escenario más para que la fe haga un papel extraordinario y Dios el rol protagónico. Ahí se forja algo eterno. ¿Tú qué piensas?

Termino con una pregunta: ¿dónde has encontrado a Dios en tu caos? Yo sigo buscando, y cada hallazgo vale oro.

Que tengas un bendecido día y la Providencia Divina habite en ti.

Saludos en el Señor.

 


Fuente: Andrés Piña

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...