Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
gadgets para blogger

ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

lunes, 11 de agosto de 2025

Santa Clara de Asís

 Hoy celebramos a Santa Clara de Asís , mujer de fuego evangélico, espejo de humildad y fortaleza. Su vida es un testimonio de que el amor a Cristo puede cambiarlo todo.


Nació en 1193 en Asís, en una familia noble. Desde joven sintió la atracción de la pobreza evangélica y la oración. No buscaba "hacer algo grande", sino entregarse del todo a Dios.

Conoció a San Francisco y quedó fascinada por su modo de vivir el Evangelio, sin glosas ni excusas. En la noche del Domingo de Ramos de 1212 huyó de casa para consagrarse a Cristo.

Francisco la recibió en la Porciúncula y ella renunció públicamente a toda riqueza. Desde ese momento, su única herencia fue Cristo pobre y crucificado.

Fundó la Orden de las Damas Pobres, hoy Clarisas, con una regla centrada en la pobreza absoluta, la fraternidad y la oración continua. No aceptó privilegios que suavizaran su vida pobre.

Fue maestra de libertad interior: no se aferró a nada, ni siquiera a su salud. Postrada en cama durante años, seguía animando y gobernando su comunidad con alegría.

Cuando los sarracenos amenazaron el convento, tomó la custodia con el Santísimo y los puso en fuga sin derramar una gota de sangre. No llevaba armas… llevaba a Cristo.

Murió el 11 de agosto de 1253, después de escuchar la bula de aprobación de su regla. San Juan Pablo II la llamó “mujer eucarística” por su profunda unión con Jesús Sacramentado.

Hoy, Santa Clara nos recuerda que la pobreza de corazón es la puerta de la alegría y que la verdadera fortaleza nace de la unión con Cristo en la Eucaristía.



Las manos que rezan sostienen a las manos que trabajan.

OH POBREZA BIENAVENTURADA QUE DA RIQUEZAS A QUIENES LA AMAN Y ABRAZAN
Sta.Clara deAsís

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...