Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
gadgets para blogger

ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

viernes, 30 de julio de 2021

Porque les faltaba fe

 Algunos teólogos recientes piensan que el fuego que quema y al mismo tiempo salva es el mismo Cristo, el Juez y Salvador. El encuentro con él es el acto decisivo del juicio. Ante su mirada se desvanece toda falsedad. Es el encuentro con él que, quemándonos, nos transforma y nos libera para hacer que lleguemos a ser verdaderamente nosotros mismos. Las cosas construidas durante la vida pueden revelarse entonces como paja seca, vanagloria vacía y derruirse. Pero en el sufrimiento que produce este encuentro en el que lo impuro y malsano de nuestro ser se nos presenta del todo evidente, se encuentra la salvación. La mirada de Cristo, los latidos de su corazón nos curan gracias a una transformación, ciertamente dolorosa, como «a través de fuego». Sin embargo es un sufrimiento dichoso en el que, el santo poder de su amor nos penetra como una llama permitiéndonos, al fin, ser totalmente nosotros mismos, y por ello, totalmente de Dios.

    Así se vuelve del todo evidente la compenetración entre la justicia y la gracia: nuestra manera de vivir no es irrelevante, pero nuestra suciedad no nos embrutece eternamente si, por lo menos, permanecemos orientados hacia Cristo, hacia la verdad, hacia el amor. A fin de cuentas, esta suciedad ha sido ya quemada en la Pasión de Cristo. En el momento del juicio experimentamos y acogemos este dominio de su amor sobre todo mal en el mundo y en nosotros. El sufrimiento del amor se convierte en nuestra salvación y nuestro gozo.


Benedicto XVI

papa 2005-2013

Encíclica « Spe Salvi », 47

evangelio.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...