A ti acude todo mortal a causa de sus culpas; nuestros delitos nos abruman, pero tú los perdonas. Dichoso el que tú eliges y acercas para que viva en tus atrios.
«Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, el Sol naciente nos visitará desde lo alto, para iluminar a los que yacen en tinieblas y en sombra de muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz». Lucas 1, 78-79.
Santísima Eucaristía, te adoramos. Don inefable del Padre, te adoramos. Signo de amor supremo del Hijo, te adoramos. Prodigio de caridad del Espíritu Santo, te adoramos.
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