Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

domingo, 6 de octubre de 2024

Lo que Dios ha unido, el hombre no debe dividirlo

 Marcos 10:2-16 

Reflexión sobre el cuadro

La lectura del Evangelio de hoy es difícil, sobre todo porque puede resultar opresiva si se saca de contexto. Esto es especialmente cierto cuando reflexionamos sobre ella junto a las experiencias de aquellos que conocemos que están divorciados o luchan con sus matrimonios. Sin embargo, debemos abordar estos desafiantes pasajes con cuidado y apertura, reconociendo que todos llegamos a ellos con nuestro propio quebranto. La lectura se centra en las relaciones. Una vez más, los fariseos intentan tender una trampa a Jesús, planteándole una pregunta de la que ya conocen la respuesta legal. Jesús, sin embargo, desvía la conversación de los aspectos legales hacia la visión original de Dios sobre el matrimonio, expresada en el Génesis. Él replantea la cuestión, centrándose en el verdadero significado del amor y el compromiso. Desde el principio de la creación, la intención de Dios para el matrimonio era que dos personas fueran fieles, devotas y compañeras para toda la vida, unidas en una relación que no debía romperse. Jesús desplaza el debate de la ruptura de las relaciones a la santidad de la unidad, recordándonos que esta unidad forma parte del designio de Dios para la humanidad desde el comienzo mismo de la Creación.

Nuestro cuadro de 1894 es obra del artista ruso Vladimir Makovsky. Vemos a una novia despidiéndose de su padre. Su expresión es de tristeza, aunque teñida de alegría, ya que su hija se embarca en un nuevo capítulo, casándose con su prometido. El amor del padre se capta con ternura, mientras que la expresión de la novia es más compleja, quizá una mezcla de tristeza, alegría, resignación, preocupación, emoción. El padre mira fijamente a su hija; la hija mira reflexivamente a lo lejos. Este hermoso cuadro refleja un momento de transición, en el que el amor entre padre e hija evoluciona para dar paso al nuevo amor que se encuentra en el matrimonio.

Aunque a menudo fracasamos en el amor debido a nuestro quebranto humano, la lectura de hoy nos ofrece esperanza. Dios nos llama a relaciones de amor y compromiso, y nos recuerda que necesitamos a los demás... tanto para amar como para ser amados.

by Padre Patrick van der Vorst

 

Goodbye Papa (La despedida),
Pintado por Vladimir Makovsky (1846-1920),
Pintado en 1894,
Óleo sobre lienzo
@ Alamy

https://christian.art/ 

 

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